03 de juny 2007

Duguem el català al parlament espanyol

Aquesta setmana ha sortit publicada a la premsa una carta oberta signada per 55 ciutadans/nes a diferents mitjans del país (El periodico, L'Avui, El Punt, El temps, i fins i tot al 20 minutos). La carta anava dirigida al Síndic de Greuges i deia així:

Honorable Sr.:

En les sessions del Parlament de l’Estat espanyol l’única llengua amb què és permès que s’expressin els Parlamentaris és la castellana. Les altres llengües espanyoles són excloses i, per tant, silenciades. La Constitució espanyola promulga, però, que aquestes llengües seran objecte especial de respecte i protecció.

Excloure i silenciar unes llengües sens dubte que no és respectar-les ni protegir-les, ans al contrari, és discriminar-les i reduir el seu àmbit d’ús i, en conseqüència, impedir el seu normal desenvolupament.

Com a catalanoparlants rebutgem aquesta constant discriminació lingüística i li demanem que ens empari davant aquesta actuació opressiva que deteriora l'exercici legítim dels nostres drets constitucionals.

Ha arribat l'hora d'exigir un tracte just per a la nostra llengua i les properes eleccions al parlament espanyol són l'ocasió perfecte. Cal convèncer als partits (catalans, valencians, mallorquins, bascos i gallecs) perquè incloguin aquest punt als seus programes. En cas contrari, i m'estic referint al PSOE, ens demostraran una vegada més que l'espanya confederal i plurinacional és una ensarronada com una casa i que tot plegat només és al cap del malaurat Maragall. Cal dur les llengües constitucionals al parlament espanyol!

8 comentaris:

Anònim ha dit...

Hem d'exigir contundència als nostres parlamentaris!

Si no els deixen emprar el català, que abandonin l'hemicicle!!

Si no ho fan, m'afegiré als vots en blanc!

Fritz ha dit...

Es que España no es confederal. Lo de "plurinacional" no sé, ya es cosa de los metafísicos, yo ahí no me meto (y, bueno, venga, lo acepto).

Estaría muy bien, sí señor, que allí donde se representa el poder popular los políticos, esos profesionales, hablaran en lenguas que conocen pequeñísimos porcentajes de los habitantes del Estado: todo un respeto para las "identidades" respectivas, ninguno para la mayoría de los ciudadanos. Ciertamente, el nacionalismo se caracteriza por su progresismo.

Es fantástico lo del nacionalismo, tanto desprecia al ciudadano que cree innecesario siquiera hacerse entender. Ya digo, progresismo por los cuatro costados.

Saludos

Anònim ha dit...

fritz, en el cas del català, això d'un petitíssim percentatge no és cert.

No es tracta d'imposar el català, només que els parlamentaris catalans, que ho desitgin, puguin emprar-lo. D'altra banda, existeixen els serveis de traducció simultània, o no?

Suposo que al referir-te al nacionalisme progressista et refereixes al espanyol que, efectivament, demostra menystenir tant a les altres llengües que els hi nega l'ús al Parlament.

Fritz ha dit...

Hombre, pequeñísimo no es, pero tampoco es tan alto, máxime si tenemos en cuenta que la lengua materna de la inmensa mayoría de los valencianos, baleares y -creo- la mayoría de los catalanes es el castellano. En cualquier caso el asunto es hablar en una lengua en que lo entiendan todos aquellos a los que va destinado, esto es, los ciudadanos del Estado español. Es una "filosofía de lo normal" que hubiera dicho el tristemente fenecido Juan Ramón Lodares.

Naturalmente no se trata de imponer el catalán por ley a todos los parlamentarios, siquiera a quienes pudieran desenvolverse en catalán; se trataría más bien de imponérselo a éstos pero no por ley. A nadie escapa que de salir adelante iniciativas de este tipo no se tardaría en atacar desde el nacionalismo catalán a los parlamentarios catalanes que no utilizaran el catalán en sus intervenciones en el Congreso de los Diputados, y lo mismo para con los casos de vascos y gallegos, nacionalistas. Es que está clarísimo. Proponer que habiendo una lengua común sea preferible usar traducción simultánea -incluso obviando el desprecio que representaría en los términos antes expresados- no entra en aquello de la "filosofía de lo normal", claro está... y asumo con total naturalidad que las lenguas son para comunicarse antes que otra cosa, y mucho antes que para desarrollar capacidades de los pueblos y aún más diferenciarse de los demás.

Con nacionalismos progresistas me refería básicamente a aquellos que diciéndose tales tratan simplemente de conservar tradiciones, lenguas y demás. Contra lo que pueda pensarse por gracia del lenguaje coloquial hay cosas peores que un "conservador", pero desde luego los empeñados en nada más que conservar no son precisamente progresistas... Y asumo con total naturalidad... quiero decir, no hay quien se crea que todo lo puramente catalán esté en peligro y "haya que defenderlo" y por eso se hacen o pretenden estas cosas ("somos nacionalistas porque nos obligan" que decía Fuster).

Saludos

Fritz ha dit...

PD: Aprecio ahora lo gracioso del aserto:

... en el cas del català, això d'un petitíssim percentatge no és cert.

Supongo, entonces, que sería más lógico aceptar que se usara el catalán que el vasco o el gallego. Valdría decir "al menos que se acepte el catalán, ¿no?"

A esto supongo que, desde el nacionalismo, se le llamará internacionalismo.

Saludos

Papitu ha dit...

Un parlament espanyol on es pogués parlar amb normalitat amb qualsevol de les llengües espanyoles reconegudes a la constitució ajudaria als ciutadans de l'estat (a tots) a tenir una visió més real del que és espanya, un estat plurinacional i no pas un conglomerat d'autonomies uniformes. L'espanya monolítica només existeix al cap d'alguns, la realitat és molt més complexa per sort.

Finalment la suposada guerra de llengües que segons dius obligaria a tots els diputats del País Valencià, ses Illes i Catalunya a parlar català al congrés em sembla una mica absurda. En tot cas si s'arribés a produir tots plegats quedarien força retratats (especialment els suposats presionadors). La diversitat verament us fa por.

En tot cas teniu sort vosaltres que podeu dir amb tota la tranquil·litat del món, que tot el que feu per protegir la vostra llengua, cultura i tradicions entra en la "filosofía de lo normal". Però saps que et dic jo també crec que el faig i dic entra dins de la "filosofía de lo normal". Vés quina cosa.

Fritz ha dit...

Salió largo. Excusi.

Yo es que niego la mayor, directamente. Sé que esto no se cree dentro del nacionalismo, sé que el nacionalista es incapaz de concebirlo y cree que quien lo dice miente, no es siquiera capaz de entenderlo. Bueno, ahí va:

No creo en la existencia de las naciones (-“culturales”).

No he dicho que haya "guerra de lenguas", es más, ni lo dije ni se entiende de lo que digo. Naturalmente no se reclamaría a los diputados baleares ni valencianos, sí, creo, a los catalanes... y a los vascos; a los gallegos quizá menos.

El castellano no necesita de ninguna defensa, ni a nivel general ni en España. Por mucho que se intentara no desaparecería de Cataluña ni el País Vasco ni de ninguna otra parte del Estado, acaso con un régimen totalitario, y estaría por ver si con esas. La "filosofía de lo normal" no va por ahí, tiene que ver más bien con lo poco lógico que tiene el utilizar la traducción simultánea en el Congreso de los Diputados habiendo como hay -mal que les pese a algunos- una lengua común. No estar con el pinganillo y demás sería "lo normal", eso se mire por donde se mire, el resto son historias; no obstante esto me da pie a decir que el castellano es tan "propio" de Cataluña, País Vasco, Galicia, etc, como las lenguas que en los diferentes Estatutos se dicen "propias" de determinados lugares. También oí varias veces que sería “normal”, porque sería “justo”, que la lengua de uso común en el Estado cambiara del castellano a otra, e incluso que se estableciera una suerte de turnos: para algunos eso es justo, y yo no lo niego, lo que no sería es normal: la justicia aquí no entra en cuestión, así de simple.

Creo asimismo que anda usted errado, si me permite que se lo diga. No somos los castellano-parlantes quienes tenemos miedo de nada, el miedo lo tiene -como es habitual- el que quiere conservar y conservar y conservar, quien no quiere que su "identidad" se diluya en una sociedad mayor. Es cierto tipo de conservador quien hace significar su miedo a través de las leyes en temas lingüísticos, como son otro tipo de conservadores quienes claman por la desaparición de la familia cuando se aprueban otras leyes... En uno y otro caso ni familia ni identidad desaparecen, sólo se transforman, el conservador siempre intenta conservar, retener, tal es su carácter. Y volviendo a lo de antes: yo no digo que lo que reclaman no sea “normal”, si por normal entendemos lo que no llega a ser extraordinario, pedir esto en la España de hoy no es nada extraordinario; lo extraordinario y absurdo es lo de los pingajillos, y tampoco es normal que alguien dirija un discurso a un auditorio que no le entiende. Siendo un político en un parlamento no es raro, es despreciativo, sin más. Y también le reitero que no hay “amenaza” en tanto que aquí nadie, ni personas ni leyes “amenazan” nada, también desapareció el latín y no se acabó el mundo, fue un proceso natural, el problema es precisamente que la “filosofía de lo normal” no es nada normal aquí y ahora. Por cierto que no se quiere decir con esto que no se deban hacer leyes para conservar lenguas y tradiciones, pero sí para negar lo que en muchos casos son dislates y, sí, dislates de tipo conservador.

Saludos

PD: Tampoco hablé ni di a entender nada de “España monolítica”, el nacionalista tiene la costumbre de reducir territorios y poblaciones enteras a cuatro rasgos (donde la lengua ocupa un lugar absolutamente preeminente) cuando hay mucho más, no es sino el nacionalista quien pretende sociedades monolíticas, en realidad lo que le distingue es que las pretende pequeñas.

Anònim ha dit...

Qué piensa Ciutadans del uso de otras lenguas oficiales en el parlamento de Madrid?

jajajajajajajajaa